Antes que todo, debo agradecer la aceptación de parte de ustedes ante las opiniones vertidas hace algunos días, en relación a algunos aspectos que nos afectan a las personas normales que vivimos en nuestra hermosa y querida comuna. La idea es poder reflexionar en forma periódica sobre los temas que de verdad nos interesan. A veces es como pelear con una puerta. Pero al menos sirve para el desahogo y el intercambio de opiniones.
Primer tema ¿Por qué tenemos ese mínimo respeto por las normas del tránsito? ¿Sorprende? A estas alturas, como muchas otras cosas, nos hemos acostumbrado. En el caso de los automovilistas es entendible, mover un dedo para señalizar requiere un “enorme esfuerzo físico”. Y por favor, no culpemos sólo a los colectivos, es una tendencia marcada. Del estacionamiento en doble calzada frente a la panificadora, ni hablar. Resulta irritante.
Sigamos. En los pasos de cebra, se da otro tema interesante y digno de análisis. Primero que nada, es bueno aclarar que el peatón tiene preferencia, pero para pasar, no para detenerse a conversar con conocidos o amigos. Además, es un paso peatonal, no para ciclistas. Ni hablar de los estudiantes, que con paso cansino pareciera que se demoran de forma voluntaria.
Ahora, para gran parte de los santacruzanos pareciera que todas nuestras calles son UN GRAN paso de cebra. Resulta insólito ver como atraviesan en cualquier parte, con niños (bonito ejemplo, ¿cierto?), a veces corriendo, más aún en diagonal. Y que no se les ocurra a los automovilistas hacer o decir algo. De hecho, lo más normal es la indiferencia y la nula reacción. Este es un tema de conciencia, no de control. ¿Y Carabineros se preguntarán? Están para otra cosa.
Les cuento. Hace algunas noches por descuido personal, en mi hogar se quedó la reja exterior y una de las ventanas abiertas. A las 04.30 A.M. Carabineros golpeó mi puerta para hacer ver este descuido y preguntar si estaba todo bien. Para eso están. Se agradece la preocupación e interés. Por algo es la institución mejor evaluada en nuestro país. BIEN.
Finalmente, vamos al tema de los cables. En las últimas décadas hemos tenido importantes avances en el radio urbano. Las Avenidas Errázuriz, O’higgins y una parte importante de 21 de Mayo, son un gran ejemplo. Fue una tremenda oportunidad para dejar los cables bajo tierra (más aún si nos creemos una comuna turística, uno de los mejores destinos de Chile), ¿Por qué no se hizo?
Hemos escuchado que no se hace “por ser caro”. Pero, ¿para quién? ¿Para las empresas eléctricas (a estas alturas una sola)? ¿Para la telefonía? ¿Para la TV Cable? Todas empresas que se han enriquecido enormemente durante años. Entonces ¿porque va a ser caro para el Estado o para el municipio?
Vemos como se construye un paseo en Cancino (que iba a ser paseo peatonal, ahora es a medias¡!!??) Todo bonito, felicitaciones a la autoridad, ¿pero y los cables? ESTO DEBE SER de costo de las empresas, son ellos los que ganan plata a costa de todos nosotros. ¿Hasta cuándo permitimos que se aprovechen de nosotros? Se entiende que debe haber disposiciones, reglamentos o similares. Pero, a todas luces es una frescura.
Mientras tanto, en varias calles y avenidas de nuestra comuna cuelgan cables por todos lados, dando un espectáculo lamentable.
Por favor, levanten la vista, miren el cablerío colgando por gran parte de nuestras principales calles y avenidas. Ahí están, muchos incluso llegan incluso al suelo; espero que no tengan electricidad. ¿De verdad la autoridad no puede hacer nada? Raro ¿cierto?
Capaz que terminen solucionando este problema, funcionarios municipales, siendo que les corresponde a las referidas empresas que tienen altos niveles de utilidad.
Esperemos que esto sí tenga solución, todos somos responsables de buscarla.
Héctor Binimelis Greene
hbinimelis@gmail.com