El presidente electo José Antonio Kast pronunció su discurso de victoria tras confirmarse su triunfo electoral, centrando su mensaje en la emoción personal, el agradecimiento, la unidad nacional y un firme compromiso con la recuperación del orden y la seguridad en el país. Ante sus adherentes, Kast planteó la victoria no como un logro individual, sino como un triunfo colectivo de Chile y una señal de esperanza para un futuro sin temor.
Desde el inicio de su alocución, el mandatario electo expresó su profunda emoción y gratitud, reconociendo el respaldo de su familia —con una mención especial a su esposa— y atribuyendo el resultado electoral a una bendición divina. En ese contexto, subrayó que el triunfo pertenece a “todos los chilenos” y que representa la aspiración compartida de vivir en un país con mayor tranquilidad y certezas.
Uno de los ejes centrales del discurso fue el llamado a la unidad nacional. Kast aseguró que su gobierno será para todos los chilenos, sin exclusiones, más allá de las diferencias políticas o ideológicas. En esa línea, valoró el rol de la oposición y agradeció el apoyo de diversas figuras y sectores políticos, afirmando que la reconstrucción del país requiere del esfuerzo conjunto de toda la sociedad.
La restauración del orden y la seguridad fue presentada como una prioridad fundamental de su futura administración. El presidente electo enfatizó la necesidad de fortalecer el Estado de Derecho, garantizar el respeto a la ley y enfrentar con decisión problemáticas como la inseguridad y la inmigración irregular, con el objetivo de devolver la tranquilidad a las familias del país.
En materia de gestión y economía, Kast comprometió un “gobierno de acción, no de improvisación”, orientado al crecimiento y al progreso económico. Señaló que el verdadero trabajo comienza tras la elección y que los desafíos por delante demandarán perseverancia, fortaleza y sabiduría para implementar las reformas propuestas.
El discurso concluyó con la reafirmación de su compromiso de ejercer la presidencia al servicio de todos los ciudadanos y de trabajar de manera incansable por la reconstrucción y el reordenamiento de Chile. El tono general fue de firmeza, esperanza y un llamado a la acción colectiva para enfrentar los desafíos que marcarán el próximo período presidencial.






