Gran parte de su vida religiosa la desarrolló en el Colegio María Auxiliadora de Santa Cruz.
Durante la tarde de ayer lunes 18 de Mayo, a través del sitio de la Familia de Hijas de María Auxiliadora, Salesianos de Don Bosco, fmachile.org, se publicó la lamentable noticia del fallecimiento de la religiosa Perteneciente a la Congregación Salesiana, Sor CECILIA DE LA LUZ SALAS ACOSTA (QEPD.) a sus 90 años de edad y 70 años de vida religiosa, hecho ocurrido ayer lunes 18 de mayo a las 15:50 hrs. en la Clínica UC Christus.
La causa de muerte, de la hermana que pertenecía a la casa de salud “S. María D. Mazzarello”, fue neumonía con insuficIencia respiratoria por COVID-19.
Los protocolos sanitarios ante fallecimiento producto del Coronavirus, no permitieron realizar velatorio ni funeral.
Las hermanas Salesianos agradecieron las oraciones y eucaristías en sufragio de la querida hermana sor Cecilia Salas, religiosa apasionada por la celebración eucarística, mujer atenta y entusiasta en la misión, especialmente en las clases y talleres musicales, don del Señor vivido como servicio.
Sor Cecilia Salas gran parte de su vida -más de 50 años- como religiosa, la desarrolló en el Colegio María Auxiliadora de Santa Cruz, y posteriormente en la comunidad Religiosa y Educativa del Colegio María Auxiliadora de Valparaíso, lugar donde celebró sus 70 años como religiosa.
En cada comunidad educativa se destacó por ser profesora de música y gracias a ello formar variados coros de alumnas, Padres y Apoderados. Cuando llegó a Santa Cruz, en la década de los años 50, en sus primeros años estuvo a cargo del internado del Colegio Maria Auxiliadora de esta comuna, siendo muy querida gracias a su destacado espíritu de servicio, generosidad y vocación por la música y el canto.
Quienes le conocieron y participaron de sus enseñanzas, le recordarán con admiración y cariño, a Sor Cecilia, en su abnegada labor dedicando toda su vida a Dios.
Las hijas de Maria Auxiliadora agradecen profundamente a sor Cecilia “por su piedad y testimonio de FMA feliz de pertenecerle al Señor, que te amó y llamó a consagrar tu vida en fidelidad para siempre. Descansa en paz”.