Inicio Noticias Actualidad Palmillano Suboficial Mayor Ismael Orellana, Vivir con el corazón teñido de verde

Palmillano Suboficial Mayor Ismael Orellana, Vivir con el corazón teñido de verde

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Más que una profesión una forma de vida, para toda la vida.

El jefe de la Tenencia de Carretera de Colchagua, Suboficial Mayor Ismael Orellana Astorga, es uno de los pocos carabineros en este país con 33 años de servicio, que sigue activo en la Institución y que lleva más años de carabinero que de civil.

A primera vista, este hombre que ya pinta en canas, hijo de Hilda y Manuel y oriundo del Huique en la comuna de Palmilla, impresiona por el orgullo que siente de vestir el verde uniforme y es categórico en señalar que “si volviera atrás, volvería a elegir ser carabinero, a esta noble institución yo la quiero porque me ha permitido ayudar a la gente, de muchas formas. Uno acá hace las veces de asistente social, psicólogo, profesor y muchas otras cosas más, nosotros hacemos de todo, eso es lo lindo de esta profesión que nos permite estar todos los días en contacto directo con la gente”.

Desde que tenía 11 años, cuando participaba en la Brigada de Tránsito Escolar de su colegio, el Instituto Regional Federico Errázuriz de Santa Cruz e hizo el juramento a la bandera, supo que ser carabinero era su vocación.

La misma vocación que lo llevó a atender un parto, el 9 de febrero de 2007, cuando mientras realizaba un patrullaje carretero en la ruta 5 sur, se le acercó un afligido padre para decirles que su mujer no alcanzaba a llegar al hospital para dar a luz a su hijo. Eran las 3:30 hrs am. y decidieron en vista de que aún no era inminente el parto, escoltar a la pareja hasta el hospital regional, pero casi al llegar al centro asistencial, el bebé no dio tregua y decidió nacer en los jardines del centro de salud justo en las manos del entonces Cabo 1º Orellana. Y como un regalo de la vida, el bebé, hoy José Nicolás de 12 años es su querido ahijado, con quien mantiene una cercana relación.

El suboficial Mayor Orellana, cuenta dentro de sus máximos orgullos, haciendo carne el dicho de que “la sangre tira”, que su hijo mayor, de 21 años, decidió seguir sus pasos y hace cuatro meses que es carabinero en la 3a. Comisaría de Algarrobo. Como si fuera poco, su pequeño hijo de 12 años, ya ha empezado a mostrar las ganas de pertenecer a Carabineros de Chile y con eso, tal vez, sus dos hijos vistan con orgullo el uniforme que tantas satisfacciones le ha dado a su padre.

Honrado de ser parte de la institución en el aniversario 93° y digno de imitar por las nuevas generaciones, Orellana sentencia, “No sé cuántos años me queden en la institución, pero si sé que voy a ser Carabinero para siempre”.

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